El Ajax de Erik ten Hag desafiará esta noche a la lógica, sobre el césped del nuevo Tottenham Hotspur Stadium. En realidad, duda no cabe, lo viene haciendo ya desde los primeros compases de la competición. Es por cosas como esta que la Champions League, la mejor competición de clubes del mundo, es ese escenario en el que todo puede suceder. Todo.
Como segundo clasificado de la pasada Eredivise, el conjunto holandés tuvo que disputar varias rondas clasificatorias antes de acceder a la tradicional fase de grupos. Tras librarse de Sturm Graz, Standard de Lieja y el correoso Dinamo de Kiev, el equipo de Amsterdam logró al fin meterse de lleno en el torneo. Quedó encuadrado en el grupo E, junto a Bayern de Münich, Benfica y AEK Atenas. Una difícil papeleta que el conjunto holandés supo solventar a la perfección. Sin perder un solo partido -sí, ni uno siquiera-, sumó un total de 12 puntos, consiguiendo así el pase a los octavos de final, por detrás de los bávaros. Cabe destacar sus dos empates frente a los alemanes, especialmente el obtenido en casa, donde los de Ten Hag ofrecieron al continente un aperitivo de lo que estaba por llegar.
Pero, como ya todos saben, la gran machada llegaría después. Con un plantilla plagada de 'universitarios', los de blanco y rojo superaron con su desparpajo, atrevimiento y juego en equipo a dos colosos como Real Madrid -vigente campeón- y Juventus -la siempre inexpugnable vecchia signora-. Y si el Tottenham -otro equipo que bien merecería unos cuantos artículos- no lo impide esta semana, estaremos hablando de una de las sorpresas más grandes y hermosas de la temporada: ¡El Ajax de Amsterdam en una final de Copa de Europa! Una auténtica locura.
La última vez pudo verse algo similar fue en 2003. Aquel año, contra todo pronóstico, el Oporto de Mourinho conquisto el título, imponiéndose en la final a otro 'humilde': el Mónaco de Morientes, Giuly y compañía. Sin duda, ha llovido desde entonces. Pero más lo ha hecho desde aquel 24 de mayo de 1995 -yo apenas tenía dos años-, cuando el mismo Ajax, dirigido por Louis van Gaal fue capaz de derrotar en la final de Champions al AC Milan, gracias a un solitario gol de un joven Patrick Kluivert ¿Se acuerdan de él?
En aquella escuadra lucían nombres míticos como el del guardamenta Edwin van der Sar, los gemelos De Boer o el incombustible Clarence Seedorf. Un año después, en 1996, estuvieron muy cerca de saborear de nuevo las mieles de la victoria. Los fatídicos penaltis les privaron de ello ante todo un grande como la 'Juve'. Qué expertos son los italianos en estas lides. Desde entonces, los holandeses no han vuelto a aparecer en una final de Champions, y solo hace dos años tuvieron una oportunidad parecida en la final de Europa League, en la que cayeron frente al Manchester United.
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| Edgar Davids, una de las grandes estrellas de aquel Ajax de la década de los 90 | Imagen libre de derechos |
Así, 23 años después, jugadores como De Ligt (19 años), Frenkie de Jong (21 años) o Van de Beek (22 años) tienen ante ellos una oportunidad de oro: la oportunidad de tomar el relevo, de devolver al equipo a lo más alto del Olimpo europeo y, como sus antiguos compañeros, dejar su nombre escrito en los anales de este deporte. En definitiva: formar parte de la siempre eterna leyenda europea.
