miércoles, 8 de mayo de 2019

El último superviviente

Su diestra, puro deleite; su arrancada, un producto de otra época; su golpeo del balón, un don divino. El eco de su nombre recorre los principales campos de Europa, mientras la sombra de su figura nos trae a la memoria un sinfín de jugadas para la historia. El césped de Old Trafford recuerda todavía la exhibición que ofrecieron sus piernas allá por el año 2007, en unas semifinales de la Champions League. Con todos estos datos, seguro que a nadie se le escapa ya el nombre de nuestro estimado personaje: Kaká. 


Aquella estratosférica actuación, sin embargo, no fue suficiente para derrotar a todo un grande como el Manchester United de Sir Alex Ferguson, aunque sí para abrir paso a los suyos hacia la final de Atenas. Fue la última vez que el Milán saboreó las mieles europeas; la última vez que todo un continente quedó rendido ante la elegancia y la clase de un futbolista, antes de la explosión de Messi y Cristiano Ronaldo. De hecho -¿casualidades del fútbol?-, fue la última vez que un jugador distinto a estos dos colosos se hizo con el trofeo de máximo goleador del torneo (10 goles). Y es que, a partir de aquella temporada, Europa no ha conocido otro máximo realizador distinto al argentino o portugués. Increíble. Además, a consecuencia de su magnífico año, fue nombrado mejor jugador de la UEFA y Balón de Oro. 

Un ídolo de su época. Su estrella empezó a apagarse poco antes de llegar traspasado al Real Madrid, para desaparecer del todo en 2017, cuando decidió colgar las botas en el Orlando City de la MLS. Sin duda, Europa echa de menos a Kaká. Sus dos brazos al cielo en cada una de sus celebraciones quedarán ahí para la posteridad.
Kaká llegó al Madrid en 2009, pero no fue capaz de rendir al mismo nivel que en Italia | Foto: Jan S0L0

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